Todo el mundo habla de Biofilia, ¿pero en qué consiste?

Todo el mundo habla de Biofilia, ¿pero en qué consiste?

pastedGraphic.png

En este artículo escrito por la arquitecta Sonia Hernández, del estudio Arquitectura Sana, y miembro del jurado del Premio Mapei 2023, explica las ventajas de introducir la biodiversidad en la arquitectura

La vegetación en la arquitectura muchas veces se ve como un “pongo”, como un elemento ornamental que si sobra disponibilidad se añade para hacerla más bonita y además parecer más sostenible. Pero realmente los beneficios de la integración de la biofilia, que es mucho más que vegetación, ya que hablamos de biodiversidad, son múltiples y resuelven muchos problemas.

  • ACÚSTICA. La introducción de plantas mejora la acústica por reflexión y absorción y corta la reverberación. Así que tanto en exteriores como en interiores, es un elemento de aislamiento y absorción acústica.
  • CALIDAD DEL AIRE. Las plantas aportan humedad al entorno y transforman el CO₂ en oxígeno. Muchas veces se habla de la gravedad de dormir en una habitación que tenga alguna planta, ya que la mayoría no realizan la fotosíntesis por la noche y, por lo tanto, absorben oxígeno y generan CO₂… pero realmente es más peligroso dormir con otra persona, ¡te “roba” más CO₂!
  • ABSORBEN CONTAMINANTES. Pueden neutralizar sustancias nocivas del ambiente, como el formaldehído, aprovechándolas como nutrientes. Así que son depuradoras naturales de aire
  • FACILITAN LA BIOCLIMÁTICA. Los árboles de hoja caduca son una protección solar viva para las envolventes de los edificios. En general, la vegetación tiene un efecto refrigerante durante la incidencia de radiación solar por efecto de la evaporación, la absorción y los reflejos de los rayos solares, y disminuye la pérdida de calor por las paredes exteriores gracias a la protección frente al viento y el aislamiento térmico para la concentración de aire.
  • FUENTE DE BIODIVERSIDAD. Las plantas y zonas vegetales pueden constituir lugares de protección y refugio de animales (pájaros, polinizadores…) necesarios también en entornos urbanos.
  • REDUCCIÓN DE IMPACTOS ELECTROMAGNÉTICOS. La vegetación también tiene un efecto amortiguador ante radiaciones ultravioleta, infrarroja y de altas frecuencias.
  • COMESTIBLES. Son oportunidades de una alimentación saludable, ya que se pueden incorporan plantas comestibles, facilitando su consumo.
  • REDUCCIÓN DE ESTRÉS. En la bibliografía científica está ampliamente recogido el hecho de que la percepción de la naturaleza reduce la actividad cardíaca, provocando patrones más relajados de actividad cerebral.
  • BIENESTAR PERCEPTIVO. Los espacios verdes acercan la comprensión de los procesos que tienen lugar en los sistemas vegetales, mejoran el rendimiento de los niños y de los adultos y propician la cohesión social. Optimizan la concentración, contribuyen al bienestar perceptivo y aportan efectos psicológicos positivos.

Existen muchísimas maneras de implementar la vegetación en la arquitectura, más allá de poner macetas. Principalmente a través de las siguientes estrategias:

  • CUBIERTAS VERDES. Existen diversos diseños, básicamente adaptados al peso de tierra (y por lo tanto, de agua) que pueda sostener el edificio. Hay opciones más ligeras y otras más pesadas, pero en general todas aportan aislamiento térmico y acústico, reducen el efecto isla de calor, absorben CO₂ y otros contaminantes y a nivel psicosocial favorecen las relaciones entre las personas.
  • INTEGRACIÓN DE ESTRUCTURAS VEGETALES en las fachadas de los edificios: el éxito de un buen jardín vertical reside en un diseño que permita el correcto crecimiento y mantenimiento de las plantas. Los beneficios son múltiples, además de ser una alternativa para la agricultura urbana cuando no existe espacio horizontal.
  • UMBRÁCULOS. Diseño de invernaderos, zonas de cultivo y pérgolas de sombra: son recursos bioclimáticos pasivos, además de ser áreas de oportunidad de generar alimentos.
  • PLANTAS DE INTERIOR. Determinadas plantas aportan grandes beneficios, ya que son capaces de absorber sustancias contaminantes y metabolizarlas como nutrientes. Algunas de estas plantas son la drácena, el ficus, el espatifilio, el potus, la sansevieria o el filodendro.

No desestiméis el poder de la biofilia. El éxito de la operación recae en un buen diseño, que garantice un buen mantenimiento. La vegetación en la edificación tiene una finalidad no solo ornamental, sino que se trata de un aspecto que aporta beneficios a los edificios y a los usuarios: hemos visto sus ventajas bioclimáticas, ambientales, económicas y estéticas, al tiempo que facilita a las personas la comprensión de los procesos que tienen lugar en los sistemas naturales. Debemos pensar en la biofilia como un elemento arquitectónico vivo, un material de construcción, y defenderlo como tal.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *